Hoy hemos hecho la excursión típica de Chiang Mai.
Nos han recogido prontito en nuestro guest house y después de recoger a más gente por sus respectivos hoteles, nos han llevado a un jardín de mariposas y de orquídeas, algo curioso, pero poca cosa más que añadir.
A continuación nos han llevado a una granja de elefantes donde les hemos estado dando de comer y hecho un recorrido por un río a lomos de estos animales, pasando por unos campos de arrozales con
unos paisajes alucinantes.
En un principio éramos reticentes a hacer esta excursión, porque pensábamos que a estos animales los explotaban para el turismo, pero nos hemos informado y lo que han hecho ha sido crear centros para devolver a los elefantes a su hábitat natural, sobre todo a los maltratados o jubilados, ya que antes estos animales se utilizaban como camiones de transporte de troncos, pero al prohibir la tala de árboles y la aparición de maquinaria moderna, habían ingresado en las filas del paro y quedado huérfanos.
Después de estar con estos animalitos hemos comido y nos ha caído un buen chaparrón. Aunque íbamos con impermeables nos hemos empapado, pero el trekking ha merecido la pena !
Nos han llevado a una cascada con una caída enorme, la idea era bañarnos en ella, pero el guía nos ha dicho que hacía mucho viento, y era peligroso bajar hasta la poza.
De camino a la cascada hemos pasado por un poblado de una tribu del norte de Tailandia.
Y como esto es "un no parar" nos han llevado hasta un río a hacer rafting. En nuestra barca venían tres chicas de Barna, Mercè, Imán y Silvia, y dos chicos más de Manchester que los pobres no se enteraban de nada. Hemos hecho mucho cachondeo y nos miraban con cara de "esta gente que se ha fumado?".
Esta ha sido la última actividad del día. Volvemos a Chiang Mai.
Después de una buena ducha nos hemos ido a cenar y a visitar un mercado nocturno, plagado de puestecitos de ropa, decoración y sobre todo imitaciones de relojes y bolsos de marca.
Bona nit!!!
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