miércoles, 31 de agosto de 2016

Día 9 - 31 agosto 2016

Hoy nos despedimos, con mucha pena de nuestros días en Tirol, de nuestro hotel, de su dueña, y de todo el personal, que tan agradable nos han hecho la estancia, una estancia muy cómoda y familiar, ha sido como estar en casa.


Y ponemos rumbo a Salzburgo, ciudad natal del famoso compositor Wolfgang Amadeus Mozart.

Nos separan apenas 160 Km de distancia, que hacemos en unas dos horas de coche, con bonitos paisajes que distraen nuestra atención, sobre todo la parte en la que se bordea el lago Chiemsee, repleto de barcos de vela y una curiosa mini isla en el centro.

Llegando a Salzburgo nos sorprende un tráfico horroroso, que contrasta con la tranquilidad que teníamos en Tirol.

Nos alojamos en el JUFA Hotel. Hacemos el check-in a medio día y llega la primera decepción. La habitación que nos dan es ridículamente pequeña. Dídac con sólo echar un vistazo, ya se da cuenta que eso no es para él y le pide a Esther que le saque de allí. Así que como nuestro hijo manda, decidimos bajar a recepción a quejarnos, y pedir que nos cambien de habitación, que ese camarote de los hermanos Marx, no tiene nada que ver con las fotos que publicitan en Booking.

Muy amablemente nos la cambian y nos dan una más grande, con la que nos conformamos.

Desde la entrada de nuestro hotel, se divisa, a poca distancia y sobre un acantilado, la Fortaleza de Hohensalzburg, icono de esta ciudad. Así que decidimos que ésta será nuestra primera visita.

En este punto, tenemos que ser sinceros y comentar, que nos cuesta muchísimo encontrar el camino de acceso. Primero damos muchas vueltas con el coche, pensando que podríamos llegar con él, pero esto es imposible, los coches no pueden subir.


Después probamos seguir a pie siguiendo los raíles de un cremallera, pero después de muchas cuestas, descubrimos que es una ruta sin salida. Damos vueltas por la zona y por fin, después de preguntar a unos obreros, conseguimos dar con el camino correcto. La subida a pie, según nuestra guía, es de 15 minutos, pero con Dídac en brazos tardamos bastante más, las cuestas son muy pronunciadas y tenemos que ir descansando. Nos extraña mucho no encontrarnos turistas por el camino, siendo esta fortaleza uno de los sitios más visitados de esta ciudad.


Y una vez llegados a la entrada descubrimos el por qué. Y es que en el centro de Salzburgo (Festungsgasse 4) se coge un cremallera que por sólo 9,95€ te deja muy cómodamente en la misma puerta, y en el precio del cremallera va incluído la entrada a la fortaleza. Qué cara de tontos se nos queda…


Lo más bonito de la fortaleza es que desde sus murallas se obtienen unas vistas espectaculares de la ciudad y de las montañas que la rodean.



La entrada permite visitar también el Marionette Museum. A Dídac le llaman mucho la atención las marionetas, se ríe, aplaude y a nosotros se nos cae la baba viéndole disfrutar.



De la fortaleza poca más que destacar, así que decidimos bajar, pero esta vez cogemos el cremallera, que nos deja en centro de Salzburgo al lado de la Stiftskirche St Peter (iglesia de la abadía de San Pedro), y paseamos por su bonito cementerio con tumbas que son pequeñas obras de arte. En el cementerio se hallan las catacumbas compuestas por capillas y tumbas excavadas en el mismo acantilado, se pueden visitar, pero nosotros decidimos no hacerlo, porque hace bastante fresco y no llevamos ropa de abrigo para Dídac.


Seguimos paseando y llegamos a la Residentzplatz. Una majestuosa plaza barroca, con palacios, coches de caballos y artistas callejeros, en el centro de la plaza encontramos una enorme fuente de mármol.





Más adelante nos encontramos la Catedral de Salzburgo y la Iglesia Franciscana, el Alter Markt, dónde hacemos una parada en el Café Tomasseli, el más antiguo y famoso de la ciudad y el favorito de Mozart.




Por la calle Getreidegasse llegamos a la casa amarilla donde nació Mozart en 1756. Esta calle es la arteria comercial de la ciudad y está repleta de turistas.


Cruzamos el río para ir al Hotel Sacher, origen de la legendaria tarta Sacher. Comprobamos que está riquísima, Dídac prueba la nata por primera vez y nos pide más y más. Estamos sentados en la terraza de este bonito hotel, a orillas del río Salzach y todo nos parece de cuento.



Ponemos rumbo a la realidad de nuestro pequeño y sencillo hotel y por el camino encontramos, en la Papagenoplatz, un restaurante muy bonito donde cenamos muy bien.



Mañana rumbo a Hallstatt.

martes, 30 de agosto de 2016

Día 8 - 30 agosto 2016

Último día completo en el Tirol antes de poner rumbo a Salzburgo y otra vez, las predicciones meteorológicas no son nada buenas, pero nosotros no nos desanimamos, pensamos aprovechar el día todo lo que el buen tiempo nos permita.

Nuestro destino para el día de hoy es Kitzbühel, pero de camino, desde la carretera, vemos una imponente iglesia con dos torres acabadas en bulbos y nos dirigimos hacia allí, el pueblo se llama Hopfgarten.



Damos una vueltecita por la zona y Esther descubre una coqueta tienda de objetos de decoración que está a punto de cerrar. Así que siendo el último día ya por la zona, nos permitimos unas pequeñas compras y proseguimos nuestra ruta.

Esta nos lleva a Kitzbühel, un pintoresco pueblo con un centro histórico medieval, y casitas, que por sus alegres colores, nos recuerdan mucho a Burano en Venecia.



Este pueblo es famoso por albergar la primera pista de esquí de Austria, y hoy en día es una de la principales estaciones de esquí de Europa.

Aparcamos el coche cerca de la iglesia y damos un paseo. 

Descubrimos enseguida que es un pueblo próspero, con tiendas de las principales firmas de moda, muy animado y concurrido.


Comemos algo rápido y visitamos la iglesia de St. Andreas, y su capilla. También damos una vuelta por el cementerio que se encuentra al lado y que tiene unas bonitas vistas de las montañas que rodean este valle.







Aunque extraño, es la segunda vez que la predicción falla y seguimos teniendo sol, aunque con algunas nubes. Así que aprovechamos para acercarnos a un pueblo situado casi en la frontera con Baviera, (Alemania), el pueblo se llama Kufstein.

Al acercarnos, nos recibe un castillo que está sobre un peñón de unos 90m. hay un pequeño ascensor lateral para subir, pero Dídac va dormido, así que volvemos al hotel, para despedirnos de la piscina y cenar tranquilamente.


Hemos quedado muy satisfechos con la elección del hotel, no le ponemos ningún “pero”. Tanto la dueña, como el servicio, han sido muy agradables con nosotros, las instalaciones estupendas, y el menú de media pensión exquisito, así que 100% recomendable.


Toca preparar maletas para salir mañana temprano, y aprovechar el tiempo que tendremos por Salzburgo y alrededores, que según vemos, se nos va a hacer corto.

lunes, 29 de agosto de 2016

Día 7 - 29 agosto 2016

Día nublado y lluvioso, así que por la mañana decidimos acercarnos al supermercado a comprar provisiones.



El resto del día lo pasamos aprovechando las magníficas instalaciones de nuestro hotel para jugar con Dídac y descansar, que nos lo hemos ganado!!



domingo, 28 de agosto de 2016

Día 6 - 28 agosto 2016

Hoy tenemos una mañana bastante “ajetreada” ya que para la tarde hay previsión de lluvia y queremos aprovechar a tope las horas de sol.

Volvemos a coger la carretera dirección Innsbruck y paramos en Hall in Tirol. Localidad medieval, enclavada al pie de los Alpes. 




En el centro encontramos un castillo, Burg Hasegg, que se usó como casa de la moneda. Tiene una torre alta que se puede visitar, pero al ser domingo, está cerrada, el precio es de 5€.



Todas las calles de este pueblecito llevan hasta la parte alta de la ciudad, donde está la plaza medieval, invadida hoy, por un alegre mercadillo. Entramos es en la Jesuitenkirche, iglesia jesuita, de estilo barroco, en cuyo interior predominan los tonos blancos y dorados.


Tampoco podemos visitar la Pfarrkirche St. Nikolaus (iglesia de San Nicolás), nos conformamos con verla y fotografiarla desde fuera. Esta iglesia guarda una importante colección de huesos y calaveras de santos, que queríamos ver, pero nos quedamos con las ganas.


Nuestro siguiente destino es Wattens, para ir a ver el Kristallwelten de Swarovski. Paramos en el parking para hacer una foto a su famosa entrada y proseguimos el camino, (cambiamos de idea y no llegamos a entrar, ya que el día está aguantando y preferimos estar al aire libre).



Siguiente parada Schwaz, pueblo con casas color pastel, donde destaca la Pfarrkirche, iglesia gótica, con unos bonitos jardines, donde nos paramos a relajarnos y descansar un poquito.







Dado que es medio día y se atisban nubes en el horizonte, decidimos poner rumbo a Mayrhofen.

Paramos a comer junto a la iglesia y damos una vueltecita. Este pueblo es el punto de partida para muchos esquiadores y la puerta de entrada hacia Hintertuxer Gletscher, glaciar que ofrece la posibilidad de esquiar los 365 días del año.








Volvemos hacía el hotel pasando por Zell am Ziller y damos una vuelta, pero sin bajarnos del coche.

Llegamos a Fügenberg aún con sol, y aprovechamos para dar una vuelta por el pueblo, y jugar con Dídac en un parque infantil que encontramos cerquita de nuestro hotel.





Ahora sí parece que va a llover, así que rápidamente nos dirigimos al hotel, y nada más entrar por la puerta comienza a diluviar, qué bien hemos cuadrado la agenda!!!


En el hotel ya toca piscina (cubierta), y prepararnos para la cena.