Esto ya se va acabando, igual que las fuerzas.
Hoy hemos madrugado porque nos venían a recoger a las 7h. para hacer la última excursión de nuestras vacaciones, que es visitar el mercado flotante de Damnoensaduak.
El despertador del iphone nos ha sonado una hora antes, porque aún tenía la hora de Makassar (una hora menos), y nos ha dado mucha rabia, pero hemos seguido durmiendo.
La visita al mercado incluía una parada previa en un choza donde hacían azúcar a partir del coco (nada del otro mundo, simplemente para que los turistas compren) y metiendo esta parada se abarata el precio de la excursión.
El mercado es una turistada total, no nos ha gustado nada, nos esperábamos otra cosa. Pero hemos hecho alguna fotito de vendedoras de comida ambulante en sus barquitas.
Hoy hemos madrugado porque nos venían a recoger a las 7h. para hacer la última excursión de nuestras vacaciones, que es visitar el mercado flotante de Damnoensaduak.
El despertador del iphone nos ha sonado una hora antes, porque aún tenía la hora de Makassar (una hora menos), y nos ha dado mucha rabia, pero hemos seguido durmiendo.
La visita al mercado incluía una parada previa en un choza donde hacían azúcar a partir del coco (nada del otro mundo, simplemente para que los turistas compren) y metiendo esta parada se abarata el precio de la excursión.
El mercado es una turistada total, no nos ha gustado nada, nos esperábamos otra cosa. Pero hemos hecho alguna fotito de vendedoras de comida ambulante en sus barquitas.
Y sobre la 13h. nos han devuelto a Bangkok.
Al llegar hemos comido, y como estábamos un poco afectados por el madrugón, hemos decidido dormir una pequeña siesta.
Cuando nos hemos despertado hemos ido a coger el bus 44, que se coge al lado de Khao San, para que nos dejase en el mercado de Chatuchak, un mercado enorme que se monta en Bangkok sólo los sábados y domingos. Estaba a tope de gente, y después de unas tres horitas dando vueltas buscando un buda para casa, sin éxito, porque los que nos gustaban eran demasiado caros o pesaban mucho, hemos vuelto para el hotel.
Al llegar hemos comido, y como estábamos un poco afectados por el madrugón, hemos decidido dormir una pequeña siesta.
Cuando nos hemos despertado hemos ido a coger el bus 44, que se coge al lado de Khao San, para que nos dejase en el mercado de Chatuchak, un mercado enorme que se monta en Bangkok sólo los sábados y domingos. Estaba a tope de gente, y después de unas tres horitas dando vueltas buscando un buda para casa, sin éxito, porque los que nos gustaban eran demasiado caros o pesaban mucho, hemos vuelto para el hotel.
Después de una ducha hemos bajado a cenar y a tomar unas copas de despedida en el bar que tenemos justo debajo del hotel, el bar Lamphu, que nos gusta mucho porque tocan música en directo, y las bebidas están muy bien de precio (es el mismo que nos quejamos la primera noche porque hacía mucho ruído). Ahora que nos vamos le hemos cogido mucho cariño.