domingo, 30 de septiembre de 2012

Día 22 - 29 de Septiembre 2012

Esto ya se va acabando, igual que las fuerzas.

Hoy hemos madrugado porque nos venían a recoger a las 7h. para hacer la última excursión de nuestras vacaciones, que es visitar el mercado flotante de Damnoensaduak.

El despertador del iphone nos ha sonado una hora antes, porque aún tenía la hora de Makassar (una hora menos), y nos ha dado mucha rabia, pero hemos seguido durmiendo.

La visita al mercado  incluía una parada previa en un choza donde hacían azúcar a partir del coco (nada del otro mundo, simplemente para que los turistas compren) y metiendo esta parada se abarata el precio de la excursión.

El mercado es una turistada total, no nos ha gustado nada, nos esperábamos otra cosa. Pero hemos hecho alguna fotito de vendedoras de comida ambulante en sus barquitas.









 

Y sobre la 13h. nos han devuelto a Bangkok.

Al llegar hemos comido, y como estábamos un poco afectados por el madrugón, hemos decidido dormir una pequeña siesta.

Cuando nos hemos despertado hemos ido a coger el bus 44, que se coge al lado de Khao San, para que nos dejase en el mercado de Chatuchak, un mercado enorme que se monta en Bangkok sólo los sábados y domingos. Estaba a tope de gente, y después de unas tres horitas dando vueltas buscando un buda para casa, sin éxito, porque los que nos gustaban eran demasiado caros o pesaban mucho, hemos vuelto para el hotel.


 

Después de una ducha hemos bajado a cenar y a tomar unas copas de despedida en el bar que tenemos justo debajo del hotel, el bar Lamphu, que nos gusta mucho porque tocan música en directo, y las bebidas están muy bien de precio (es el mismo que nos quejamos la primera noche porque hacía mucho ruído). Ahora que nos vamos le hemos cogido mucho cariño.

Día 21 - 28 de Septiembre 2012

Hoy nos hemos despertado tarde, pero relajados. Hemos ido al Starbucks a desayunar y a planear el día.

Como estaba lloviendo, hemos tenido que variar los planes y hemos empezado por visitar el MBK, un centro comercial enorme, y todo cubierto donde podemos hacer tiempo mientras pasa el chaparrón.  
En el mismo Sturbucks, una pareja nos ha escuchado y nos ha comentado que ellos pensaban hacer lo mismo, así que hemos vuelto a compartir taxi.


Una vez pasada la tormenta, hemos puesto rumbo hasta el Wat Trimitr, que alberga la mayor imagen de Buda en oro macizo del mundo, y procede de la antigua capital de Tailandia, Ayutthaya. Durante muchos siglos fue cubierto de yeso para disuadir a los posibles ladrones, pero en un traslado parte del yeso se cayó dejando al descubirto el oro, y fue instalado en este templo tan austero.





Como también queríamos recorrer el río en barca, le hemos preguntado a un niño que donde estaba el muelle del río más cercano, el pobre chaval no hablaba casi inglés y como no sabía explicarnos, nos ha dicho que le acompañásemos, y nos ha dejado en un centro comercial llamado "River", nos ha hecho mucha gracia la confusión, y nos hemos dado cuenta enseguida que el muelle no quedaba lejos, así que hemos ido hasta allí y hemos cogido una barquita que nos ha dejado en el Wat Arun.



 

Este templo tiene unas vistas muy bonitas de Bangkok.



 

 

 

 

 

Por la noche, decidimos arreglarnos porque queremos ir a la terraza del Hotel Lebua que tiene un Sky Bar, el Sirocco, famoso entre otras cosas, porque una escena de la película Resacón en Tailandia, fue rodada aquí.

El sitio nos encanta, tiene unas vistas alucinantes de todo Bangkok, que nada más salir a la terraza nos dejan sin aliento, todo en un ambiente muy relajado, con orquesta tocando en directo y un servicio exquisito. Nos pedimos dos caipiriñas y dos cervezas y no vamos a decir lo que subió la cuenta, pero el sitio vale la pena.





 

 

 


 

 

Decidimos volver a la zona de nuestro hotel Khao San y Rambuttri y acabar aquí la fiesta. Por las calles no se puede dar un paso de la gente que hay, todo el mundo bebiendo y comiendo en puestos de comida callejera. A Esther una chica asiática le ofrece una bolsa de saltamontes tostaditos, y ella prueba uno sin pensárselo dos veces, dice que estaba buenísimo.

Y fin de una larga noche que mañana toca madrugar.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Día 20 - 27 de Septiembre 2012

Hoy nos hemos despertado tarde, con el tiempo justo para bajar a desayunar.

Para llegar a la zona de las Torres Petronas, hemos cogido el mono-rail y el metro.




Habíamos leído en la guía que si queríamos subir a las Torres Petronas había que madrugar, porque se formaban grandes colas para visitarlas y los tickets se empiezan a vender a partir de las 8.30h. de la mañana, sólo se pueden vender mil tickets por día.

Hemos llegado a las Petronas sobre las 12h. pensando que ni de coña íbamos a poder subir, pero hemos tenido suerte, y hemos podido comprar las entradas para las 15.15h. Con ellas en las manos y super contentos, hemos ido a comer algo y seguidamente a hacernos fotos con las Petronas de fondo, y un parque bordeado de edificios super altos.






 
 
Teníamos más visitas programadas para hoy como Chinatown y el Barrio Indio, pero viendo la calor que hacía, y habiendo un centro comercial en las Petronas, con un super aire acondicionado,  hemos hecho el vago y nos hemos quedado allí entre tiendas de Chanel, Gucci, Dior, Prada, pero también Mango y Zara.

Aaron por su parte se ha centrado en las tiendas de informática, electrónica y cacharros en general.

Para no tener remordimientos de conciencia, nos hemos dicho que los barrios chinos son iguales en todas partes, y que habiendo visto uno, ya están visto todos.

La visita a las torres Petronas ha sido mejor de lo esperado. Primero te suben en ascensor hasta el puente que las une (piso 42).



El ascensor es bastante curioso, tienes unas pantallas en las paredes que simulan las vistas de la ciudad en función de la planta.


Después de 15 minutos pululando por él, nos llevan al piso 86, para ello debemos tomar una ascensor diferente.


Las vistas de toda la ciudad desde la parte más alta de las torres es espectacular, y ver a traves de un cristal la torre vecina desde tanta altura y poder contemplar su magestuosidad no tiene precio.



Hay varias miniaturas a escala y pantallas interactivas en esta planta.


Después de la visita volvemos al guesthouse para hacer tiempo y poder ver las torres iluminadas, el único problema es que el avión es a las 22h, en el aeropuerto de low cost (que esta más lejos) y que a las 19h empieza a salir la gente del trabajo (con sus atascos). Según nos han dicho sobre las 19h empiezan a iluminarlas.

Antes de irnos, dejamos nuestra huella en este guesthouse. Primero en una piedras y luego en las paredes de la habitación.


Viendo que ibamos a ir muy justos y cargados para ir en transporte público, hemos decidio coger un taxi que nos acercara a las torres y luego al aeropuerto. Al menos hemos podido ver como empezaban a iluminarse al pie de la torre.


Como no teníamos tiempo, nos hemos ido para el aeropuerto, dejando las torres a nuestra espalda, y viendo como minuto a minuto iba oscureciendo y ellas haciendose más radiantes. Ha sido una pena no poder verlas enteras de cerca, si ayer no hubiese ido con retraso el vuelo...

La mayor parte de las fotos salen borrosas porque son desde el taxi en movimiento, pero sirven para hacerse una idea.

El vuelo de Kuala Lumpur a Bangkok se hace corto, pero por tener que pasar otra vez la cola de immigración nos han cerrado el skytrain. Solo teníamos la opción de un taxi.


En la cola, unos chicos de EEUU nos han dicho que si ibamos para Khao San para compartir un taxi. Eran muy graciosos, ya que trabajaban por Sudamerica y hablaban un castellano latino.

De vuelta al Sleep With Inn, donde empezó todo, nos sentimos como en casa, reconocemos las calles, el ambiente de fiesta nos resulta familiar, y tenemos buenos recuerdos (fue nuestro primer destino en este viaje, nos encontramos con Sergi/Berta/Dani y Judith ...).

Toca descansar para estos últimos días recorrer Bangkok como se merece.