sábado, 29 de septiembre de 2012

Día 20 - 27 de Septiembre 2012

Hoy nos hemos despertado tarde, con el tiempo justo para bajar a desayunar.

Para llegar a la zona de las Torres Petronas, hemos cogido el mono-rail y el metro.




Habíamos leído en la guía que si queríamos subir a las Torres Petronas había que madrugar, porque se formaban grandes colas para visitarlas y los tickets se empiezan a vender a partir de las 8.30h. de la mañana, sólo se pueden vender mil tickets por día.

Hemos llegado a las Petronas sobre las 12h. pensando que ni de coña íbamos a poder subir, pero hemos tenido suerte, y hemos podido comprar las entradas para las 15.15h. Con ellas en las manos y super contentos, hemos ido a comer algo y seguidamente a hacernos fotos con las Petronas de fondo, y un parque bordeado de edificios super altos.






 
 
Teníamos más visitas programadas para hoy como Chinatown y el Barrio Indio, pero viendo la calor que hacía, y habiendo un centro comercial en las Petronas, con un super aire acondicionado,  hemos hecho el vago y nos hemos quedado allí entre tiendas de Chanel, Gucci, Dior, Prada, pero también Mango y Zara.

Aaron por su parte se ha centrado en las tiendas de informática, electrónica y cacharros en general.

Para no tener remordimientos de conciencia, nos hemos dicho que los barrios chinos son iguales en todas partes, y que habiendo visto uno, ya están visto todos.

La visita a las torres Petronas ha sido mejor de lo esperado. Primero te suben en ascensor hasta el puente que las une (piso 42).



El ascensor es bastante curioso, tienes unas pantallas en las paredes que simulan las vistas de la ciudad en función de la planta.


Después de 15 minutos pululando por él, nos llevan al piso 86, para ello debemos tomar una ascensor diferente.


Las vistas de toda la ciudad desde la parte más alta de las torres es espectacular, y ver a traves de un cristal la torre vecina desde tanta altura y poder contemplar su magestuosidad no tiene precio.



Hay varias miniaturas a escala y pantallas interactivas en esta planta.


Después de la visita volvemos al guesthouse para hacer tiempo y poder ver las torres iluminadas, el único problema es que el avión es a las 22h, en el aeropuerto de low cost (que esta más lejos) y que a las 19h empieza a salir la gente del trabajo (con sus atascos). Según nos han dicho sobre las 19h empiezan a iluminarlas.

Antes de irnos, dejamos nuestra huella en este guesthouse. Primero en una piedras y luego en las paredes de la habitación.


Viendo que ibamos a ir muy justos y cargados para ir en transporte público, hemos decidio coger un taxi que nos acercara a las torres y luego al aeropuerto. Al menos hemos podido ver como empezaban a iluminarse al pie de la torre.


Como no teníamos tiempo, nos hemos ido para el aeropuerto, dejando las torres a nuestra espalda, y viendo como minuto a minuto iba oscureciendo y ellas haciendose más radiantes. Ha sido una pena no poder verlas enteras de cerca, si ayer no hubiese ido con retraso el vuelo...

La mayor parte de las fotos salen borrosas porque son desde el taxi en movimiento, pero sirven para hacerse una idea.

El vuelo de Kuala Lumpur a Bangkok se hace corto, pero por tener que pasar otra vez la cola de immigración nos han cerrado el skytrain. Solo teníamos la opción de un taxi.


En la cola, unos chicos de EEUU nos han dicho que si ibamos para Khao San para compartir un taxi. Eran muy graciosos, ya que trabajaban por Sudamerica y hablaban un castellano latino.

De vuelta al Sleep With Inn, donde empezó todo, nos sentimos como en casa, reconocemos las calles, el ambiente de fiesta nos resulta familiar, y tenemos buenos recuerdos (fue nuestro primer destino en este viaje, nos encontramos con Sergi/Berta/Dani y Judith ...).

Toca descansar para estos últimos días recorrer Bangkok como se merece.

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