miércoles, 29 de mayo de 2013

Día 6 - 31 de Marzo 2013

Al final nevó mucho y todo amaneció con un manto blanco de nieve, nuestro coche incluido. Después de limpiarlo, y de asegurarnos que llevábamos neumáticos para nieve, nos hemos puesto en camino.


Para el día de hoy tenemos previsto visitar los castillos de Hohenschwangau y Neuschwanstein.  A estos sólo se puede acceder mediante una visita guiada. La visita a ambos cuesta unos 44€, pero Aaron ha pasado como estudiante y ha salido por un poquito menos. Hay que llegar a primera hora de la mañana porque se forman enormes colas en las taquillas, nosotros hemos estado casi una hora y media y sin parar de nevar, horrible...

A Hohenschwangau se accede tras una subidita de unos 10min desde las taquillas. Su color amarillo le hace muy visible incluso con la niebla y el mal tiempo que hacía.




Desde aquí a Neuschwanstein hay una caminata, con su correspondiente cuesta, de unos 40min a través de un bosque. Con todo nevado este camino tiene un aspecto de cuento, pero entre la nieve que caía, la nieve que había acumulada en el suelo y las heces de los caballos que tiran de los carruajes (estos son para las personas que se quieren ahorrar la caminata, el precio del carruaje lo desconocemos), se nos ha hecho eterno.



Justo antes de llegar, al ir bien de tiempo, hemos parado a tomar un vinito tinto caliente (gluhwein) y algo parecido a un buñuelo.  Al proseguir el camino, había mucha gente haciendo fotos y al girarnos hemos visto una parte del castillo. Al llegar a los pies, allí estaba, con su puerta roja característica.

Este ha sido un momento especial para Aaron, ya que de pequeño montó un puzzle 3D justamente de este castillo, y preparando la ruta descubrió que estaba en Alemania y que lo íbamos a visitar.




Mientras esperábamos nuestro turno para entrar, Esther ha tenido que improvisar un tendedero en un radiador, ya que sus queridas Ugg se han empapado, de tal manera que parecían una bañera. 


En el interior de los castillos está prohibido hacer fotos, pero hemos disfrutado mucho durante la visita.

La bajada también ha sido bajo la nieve, y con cuidado ya que resvalaba. Ya en el párking hemos decidido ir dirección Konstanz, en el lago Constanza que hace limite entre Alemania, Suiza y Austria.

Seguimos con muy mal tiempo, así que las 3h han sido bajo nieve o lluvia. En esta ruta, tenemos un acompañante muy especial, el GPS. Va un poco a su bola, y a veces hace lo que quiere...hoy no iba a ser menos.

Después de hacernos dar mil vueltas rodeando el lago Constanza y pensar que nos estaba liando y que estábamos perdidísimos ha soltado una de sus frases "Por favor, gire a la derecha y coja el ferry"... aquí nos ha roto, y nos hemos quedado a cuadros, lo mejor, que el ferry efectivamente estaba allí, así que sin dudarlo lo hemos cogido y camino a Konstanz.



El ferry solo tarda 15min. Damos un par de vueltas, buscamos hotel y a dormir.

sábado, 18 de mayo de 2013

Día 5 - 30 de Marzo 2013

Vamos a dedicar la mañana de hoy a conocer los lugares clave del centro histórico de Múnich y aconsejados por nuestra guía Lonely Planet, nos decidimos por un circuito a pie de 5 km de distancia.

Este circuito lo empezamos en Englischer Garten, unos jardines enormes, más grandes incluso que el Hyde Park de Londres o el Central Park de Nueva York.



Dentro del jardín hay varias construcciones curiosas, una Torre China, un falso templo griego, y una Casa de Té Japonesa. Pasamos de largo y hacemos alguna foto rápida, deseando salir ya del parque, porque hace frío y el día está lluvioso.

Seguimos nuestro recorrido ya más urbanita, y pasamos por iglesias, palacios, museos, monumentos... y acabamos en la Marienplatz (plaza del casco antigüo), donde se encuentra el Neues Rathaus (Ayuntamiento Nuevo), que ya nos había impresionado la noche anterior.







Lo que más llama la atención de este edificio es un gran Carrillón que a las 11.00 y 12.00 de cada día se pone en movimiento, toda una atracción turística, que hace que la plaza se llene de gente, preparada para disparar sus cámaras.




De aquí vamos ya al hotel a recoger las maletas y el coche, porque queremos llegar a visitar el campo de concentración de Dachau.

Dachau fue el primer campo de concentración nazi. Podríamos explicar mil cosas, pero creemos que la historia de la Alemania nazi y de las atrocidades que se llevaban a cabo en estos lugares, es conocida por todos, así que no queremos añadir nada más. 

Estos campos son hoy monumentos en memoria de las víctimas.





Esther salió muy afectada de aquí y después de tomarnos un buen café caliente para entrar en calor, hemos pasado mucho frío, ponemos rumbo a Füssen. 

Por el camino no para de nevar, y las carreteras se empiezan a cubrir por un gran manto de nieve, pero conseguimos llegar sin ningún problema y encontramos alojamiento en un hotel encantador, el Gasthof, muy bien de precio.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Día 4 - 29 de Marzo 2013

Nuestro destino para el día de hoy es Augsburgo. 


Y lo más importante para visitar de esta ciudad es la Fuggerei, una colonia de viviendas sociales que se creó en el siglo XVI para las personas necesitadas de la ciudad.



Tuvo como vecino más ilustre Franz Mozart, bisabuelo del compositor Wolfgang Amadeus Mozart, visitamos su casa, hacemos infinidad de fotos,y bajamos también a un bunquer que aún se conserva de la Segunda Guerra Mundial.





Como el día acompaña, hace un solecito muy agradable, nos tomamos una cervecita en una terraza de la Markplatz y aprovechamos para comer.



Después de comer cogemos el coche y ponemos rumbo a Múnich. Pero antes de entrar en la ciudad, Aaron quiere visitar el Allianz Arena, estadio de fútbol de los dos equipos de la ciudad, El Bayern de Munich y el TSV. El estadio lo vimos sin iluminar, pero es igualmente bonito.



Como toda gran ciudad, la entrada en Múnich con coche es un caos circulatorio, y el no llevar la reserva en ningún hotel, nos obligó a dar muchísimas vueltas, los precios eran desorbitados, ya que al día siguiente había partido del fútbol, jugaba el Bayern contra el Hamburg ( 9-2 ), y los albergues y hoteles más baratos estaban llenos. Al final encontramos alojamiento cerca de la estación central.

Después de descargar en la habitación, nos fuimos directos a la cervecería más antigua y famosa de la ciudad, la Hofbräuhaus. Una cervecería enorme, con mesas larguísimas y compartidas con un montón de clientes de las más diversas nacionalidades, donde a parte de la cerveza, las camareras vestidas con el traje típico de la zona servían los famosos Bretzel, galleta o bollo horneado en forma de lazo.





De vuelta al hotel nos impresionó el Ayuntamiento, hacemos alguna fotito de noche, y a dormir...



Nota: Varias semanas después Aaron pudo ir en coche a Munich desde Frankfurt con un compañero de trabajo para ver el partido de Champions del Barça, y aunque se perdió ( 4 - 0 ), pudo ver el ambiente y el estadio iluminado.


lunes, 13 de mayo de 2013

Día 3 - 28 de Marzo 2013

Hoy Aaron empieza sus vacaciones y lo primero que hacemos es dirigirnos al aeropuerto a recoger el coche de alquiler.

Tuvimos problemas porque no habíamos podido imprimir el voucher, y para retirar el coche era imprescindible, pero una vez solucionado este problema y Esther su conflicto con una máquina expendedora de bebidas, conseguimos el coche y pusimos rumbo a Rothenburg.

Lo primero que observamos, es que lo que siempre habíamos oído de los límites de velocidad en las autopistas alemanas, no es ningún mito, porque límite de velocidad no hay, sólo en algunos tramos de peligro.


Y lo segundo, es que los coches en Alemania son, la gran mayoría, de gama alta,  Mercedes y BMW, también Porsche, Ferrari, Jaguar...

Después de barajar diferentes opciones de ruta, nos decidimos por la Ruta Romántica, que solía ser una importante ruta comercial en la Edad Media, y que se encuentra activa hoy gracias al turismo.

La puerta de entrada a esta ruta es Rothenburg, una ciudad enmurallada que aún conserva el encanto medieval.  Sus calles adoquinadas y sus edificios antiguos, incitan a pasear.





Recorremos las calles y subimos a la muralla. Esta consta de unos 2,5km de recorrido, y rodea todo el centro histórico, desde aquí se puede disfrutar de unas fantásticas vistas.



Una vez hecha la caminata, nos comemos unas Schneeballen, un dulce típico de esta zona.


Esperamos a que anochezca para hacer el paseo nocturno, acompañados de un sereno, actor-guía, que vestido de época,  representa al vigilante nocturno que había en la Edad Media, y va explicando diferentes anécdotas que sucedieron en cada oscuro recobeco.


Esta actividad nos resulta muy curiosa, pero empieza a llover y como las explicaciones sólo son en Inglés, y Aaron se cansa de ir traduciendo, decidimos abandonar, y poner rumbo a nuestro encantador hotel, decorado con diferentes muebles y figuras muy antiguas.