Y lo más importante para visitar de esta ciudad es la Fuggerei, una colonia de viviendas sociales que se creó en el siglo XVI para las personas necesitadas de la ciudad.
Tuvo como vecino más ilustre Franz Mozart, bisabuelo del compositor Wolfgang Amadeus Mozart, visitamos su casa, hacemos infinidad de fotos,y bajamos también a un bunquer que aún se conserva de la Segunda Guerra Mundial.
Como el día acompaña, hace un solecito muy agradable, nos tomamos una cervecita en una terraza de la Markplatz y aprovechamos para comer.
Como toda gran ciudad, la entrada en Múnich con coche es un caos circulatorio, y el no llevar la reserva en ningún hotel, nos obligó a dar muchísimas vueltas, los precios eran desorbitados, ya que al día siguiente había partido del fútbol, jugaba el Bayern contra el Hamburg ( 9-2 ), y los albergues y hoteles más baratos estaban llenos. Al final encontramos alojamiento cerca de la estación central.
Después de descargar en la habitación, nos fuimos directos a la cervecería más antigua y famosa de la ciudad, la Hofbräuhaus. Una cervecería enorme, con mesas larguísimas y compartidas con un montón de clientes de las más diversas nacionalidades, donde a parte de la cerveza, las camareras vestidas con el traje típico de la zona servían los famosos Bretzel, galleta o bollo horneado en forma de lazo.
De vuelta al hotel nos impresionó el Ayuntamiento, hacemos alguna fotito de noche, y a dormir...
Nota: Varias semanas después Aaron pudo ir en coche a Munich desde Frankfurt con un compañero de trabajo para ver el partido de Champions del Barça, y aunque se perdió ( 4 - 0 ), pudo ver el ambiente y el estadio iluminado.
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