Y llegó el final, se acabó lo bueno, ya no volveremos a repetir frases como "tenemos que ir a la 53 con la séptima" que tantas veces hemos escuchado en series y en el cine.
A primera hora de la mañana hacemos las maletas y bajamos a receptción a hacer el check-out.
Salimos a la calle a realizar las últimas compras y Dídac va cantando “Rain rain go away, come again another day” el día ha amanecido lluvioso y nuestro hijo pretende que con la canción desaparezcan las nubes.
Comemos por última vez unas burgers en el Shake Shak y volvemos al hotel.
Mientras Esther intenta encajar las compras en las maletas, Aaron y Dídac se van a la tienda M&M, que está al lado de nuestro hotel, a que Dídac compre estos ricos caramelos que le encantan, se lo habíamos prometido por lo bien que se ha portado.
Ahora sí, con todo listo, cogemos un taxi dirección al aeropuerto. Nos cuesta el precio fijo estipulado 65$ + propina. Durante el camino Dídac no para de repetir que tenemos que volver porque nos han faltado por ver algunas cosas, ha planificado un segundo viaje él solito.
Cogemos un primer vuelo NY-Madrid y un segundo Madrid-Bcn, se acabaron las mini vacaciones.
Para hoy, que el día amanece nublado, cosa que ya sabíamos porque miramos las previsiones del tiempo con antelación , hemos dejado la visita a dos museos imprescindibles de esta ciudad: el Museum of Modern Art (Moma) y el Metropolitan (Met).
El Moma no abre hasta las 10:30h, y como hemos llegado pronto, hacemos tiempo en su tienda.
Una vez compradas las entradas visitamos las diferentes plantas de este museo de arte moderno. Vemos obras de Salvador Dalí, Picasso, Miró, Monet, Cézanne, Van Gohg, Matisse, Mondrian, Frida Kahlo, Andy Warhol, Magritte...
Aunque el museo dispone de audioguía gratuita, nosotros decidimos bajarnos la App para iPhone y así evitamos tener que llevar más dispositivos encima, que ya vamos muy cargados.
Disfrutamos de más de dos horas de visita. Este museo es para dedicarle mucho más tiempo, pero vamos con un niño de 4 años que se porta muy bien, pero que también necesita ratitos para él. Así que antes de salir pasamos por una sala creativa para niños, donde Dídac pasa un buen rato intentado dibujar los cuadros que ha visto en el museo.
Comemos en un restaurante italiano llamado Barilla, y con "la panxa plena" ponemos rumbo a coger el metro dirección al Metropolitan Museum.
Este museo es el museo más visitado de Nueva York y uno de los cinco museos de arte más populares del planeta.
Las entradas nos cuestan 25$ por persona, y Esther comenta que este museo es tan grande que en solo una tarde, es imposible visitarlo. Así que hacemos una selección de lo que consideramos más importante, en la primera planta: la zona romana y egipcia, y en la segunda la pintura europea.
Vamos directamente a la zona egipcia, ya que Dídac quiere ver momias, pero antes pasamos por las salas de arte romano, medieval y obras del siglo XV-XVII.
Cuando aún nos queda bastante por ver, empiezan a cerrar salas y muy amablemente nos hacen abandonar el museo. Pasamos por información para “quejarnos” y comentar que al comprar las entradas no nos habían informado de que hoy el museo cerraba antes por un evento privado.
Nos comentan que las entradas son válidas para 3 días, pero les respondemos que nuestro vuelo de regreso sale mañana, y que no podemos aprovecharlas. Así que nos abonan el importe íntegro.
Salimos del museo un poquito decepcionados, pero contentos por lo bien que nos han gestionado la devolución del importe de las entradas. Antes de volver al hotel hacemos un poco de shopping.
Volvemos a nuestro hotel a descansar que esta noche tenemos el partido de baloncesto que disputan los New York Knicks contra los Orlando Magic.
Llegamos al estadio en metro, y después de un pequeño caos inicial, encontramos nuestra puerta de acceso.
Pasando el control de seguridad, a Aaron le hacen dejar en consigna el objetivo grande de la cámara de fotos, hay restricciones a cámaras profesionales, pero por lo menos nos han dejado el gran angular y así poder hacer alguna foto.
Tenemos los asientos en la sección 223, y la primera impresión al ver la pista es de UAU, esto es enorme!!!
Presenciamos todo el show previo, el canto del himno nacional y empieza el partido.
Compramos cena y palomitas con el dinero que nos encontramos dentro de un sobre tirado en el aeropuerto de Barcelona hace ya algunos años, y que guardábamos para una ocasión especial, y qué mejor que esta.
Durante los descansos y tiempos muertos del partido se organizan diferentes juegos donde se lanzan camisetas, paracaídas con tarjetas regalo, la kiss cam y pasamos un rato muy divertido. No tanto nuestro hijo, que llora desconsoladamente porque a él no le ha "caído" ninguna camiseta.
El partido se pone interesante y comenzamos a gritar "Defense", en la última jugada los Knicks realizan un mate que les da la victoria y la gente enloquece.
Salimos muy contentos y comentamos que ha valido la pena gastarnos el dinero y presenciar un partido de la NBA en el mítico Madison Square Garden de Nueva York.
Hoy nos disponemos a tachar de nuestra lista friki, algunas de las localizaciones de nuestras series y películas preferidas rodadas en la Gran Manzana.
La primera parada que realizamos se encuentra en el número 14N Moore Street en el barrio de Tribeca, donde se encuentra el cuartel general de los Cazafantasmas.
Después nos pasamos por el 102 de Prince Street donde se encuentra el edificio de apartamentos de la película Ghost, en el Soho.
Seguimos nuestro camino hacia un edificio que quería ver Esther, el de una de las protagonistas de Sexo en Nueva York (Sex and the City), el de la actriz Sarah Jessica Parker, Carrie Bradshaw en la serie.
Situado en el número 66 de Perry Street, en el barrio de Greenwich Village o West Village.
Aquí nos encontramos con varias fans de la serie haciendóse fotos delante del edificio. Esther comienza también su particular reportaje fotográfico mientras Aaron intenta integrarse con los lugareños y entabla conversación con un señor muy amable vecino del barrio, que le da detalles del rodaje de la serie, le cuenta lo cercana y simpática que es Sarah Jessica Parker, en qué apartamento vivía ella mientras se rodaba la serie, y la vivienda que acaba de comprar y que está reformando junto a su marido el también actor Matthew Broderick.
Sin dudarlo Esther decide acercarse a echar un ojo y el mismo señor le explica a Aaron que el apartamento dónde vivió durante el rodaje de la serie está ahora mismo a la venta por 90 millones de dólares.
Visitiamos también Magnolia Bakery, pastelería que también aparece en la serie donde compramos un par de muffins y café.
En este punto damos por finalizada nuestra ruta friki y nos dirigimos a Chelsea Market junto a la High Line, un parque elevado construído sobre una antigua vía de tren.
Damos un agradable paseo mientras Dídac duerme plácidamente en su carrito y bajamos a descubrir Chelsea Market, una mezcla entre mercado y food hall. Es en este mercado donde se inventaron las famosas galletas Oreo, ya que antiguamente en Chelsea Market se ubicaba la fábrica Navisco.
En una librería compramos un cuento para Dídac.
Pensábamos comer por aquí, pero viendo que todavía es pronto, decidimos acercarnos al restaurante Katz´s, famoso porque en este restaurante se rodó la famosa escena de la película Cuando Harry encontró a Sally, donde en una de sus mesas, la actriz Meg Ryan simula tener un orgasmo.
Después de empalmar 4 paradas en dos líneas de metro diferentes, llegamos a la dirección: 205 E Houston St. en el Lower East Village.
Esther se pide el súper bocata de pastrami considerado por muchos el mejor sandwich de pastrami de la ciudad.
El local es auténtico, sus paredes están cubiertas con fotografías de celebridades comiendo en el local. Fundado en el año 1888 por una familia judía originaria de Rusia, sus gerentes hoy en día, son descendientes de esta misma familia.
Vemos y fotografiamos el ingenioso letrero que hace referencia a la película que dice: Donde Harry conoció a Sally... esperamos que pidan lo que ella pidió. Disfruten.
Como curiosidad nos indican que se pueden hacer pedidos online y enviar pastrami, aquí dejamos el enlace: www.katzsdelicatessen.com
Nos sentimos a gusto aquí, descansamos y hacemos tiempo, ya que hasta las 17:45h, hora en la que hemos reservado la subida al mirador Top of de Rock, no tenemos nada que hacer.
Antes de llegar al Top of de Rock, paramos en la Torre Trump, la torre del magnate y ahora actual presidente de los Estados Unidos de América.
En este edificio nos damos cuenta del egocentrismo de su propietario, todo lleva su nombre: Trump Bar, Trump Store, Trump Café, en fin...
Subimos hasta el primer piso, que es lo único que se puede visitar y nos vamos.
Llegamos bien de tiempo al edificio Rockefeller y subimos hasta su primer mirador en la planta 69. Alucinamos con las impresionantes vistas del Empire State y Central Park.
Hacemos y pedimos que nos hagan fotos y subimos hasta la planta 70, al segundo mirador con una panóramica de 360º sobre la ciudad.
Estamos un ratito y como empieza a hacer frío, Esther y Dídac bajan al piso 69 que el mirador tiene un vestíbulo acristalado, y aquí esperan a Aaron, que intenta hacer un timelapse del anochecer neoyorquino.
Después de casi 1h y media de pasar frío, he aquí el resultado:
Se hace tarde y ponemos rumbo a nuestro hotel, a planificar la ruta de mañana, que será nuestro último día, y queremos aprovecharlo a tope.
