lunes, 3 de febrero de 2020

Día 4 - 3 Febrero 2020

Hoy ponemos rumbo a South Port en Battery Park para coger el ferry a la isla donde se encuentra la Estatua de la Libertad.  Pero primero paramos a desayunar cerca del hotel.


Llegamos a Castle Clinton, un fuerte circular, donde se encuentran las taquillas para comprar los tickets del barco. Hacemos un poquito de cola y rápidamente nos dirigimos al muelle a pasar los controles de seguridad.



Subir con el cochecito hasta la cubierta y encontrar un sitio es toda una odisea pero lo conseguimos. 

Zarpamos y conforme el ferry se va alejando del muelle admiramos todo el skyline de la isla de Manhattan con sus altos rascacielos. Y en pocos minutos de navegación nos aparece la Estatua de la Libertad por estribor (lado derecho del barco), así que todo el barco corriendo hacia ese lado para admirarla más de cerca y fotografiarla.



Esther se hace un hueco entre tanta gente y nos hacemos un selfie deprisa y corriendo. Antes de desembarcar también obtenemos una instantánea para enmarcar.

Una vez desembarcamos en la isla nos dirigimos, por unos bonitos jardines que circundan el monumento, a contemplar la impresionante panorámica de la isla de Manhattan, y lógicamente hacemos innumerables fotos.


La estauta se puede visitar y hay varias opciones, el pedestal o subir a la corona. Subir a la corona se tiene que reservar con varios meses de antelación, nosotros cuando lo miramos, ya estaba todo reservado y nos quedamos con las ganas.

Caminamos dando toda la vuelta a la isla y una vez delante de la estatua apreciamos sus grandísimas dimensiones y otra vez disparamos infinidad de fotos.




Una vez acabada la visita a la isla nos dirigimos al muelle, a coger el siguiente ferry dirección a Ellis Island, antiguo punto de entrada donde los inmigrantes que llegaban a los Estados Unidos pasaban aquí una cuarentena, y una vez superado este tiempo, podían entrar libremente en el país.

En esta isla no desembarcamos, aunque se puede, tiene un museo para honrar a los valientes aventureros que dejaron sus paises de origen para buscar una vida mejor.

De vuelta a Manhattan ponemos rumbo al World Trade Center para ver las dos fuentes construidas exactamente en el mismo lugar que antes ocupaban las Torres Gemelas. Los nombres de las personas que perdieron sus vidas en los horribles atentados del 11 de septiembre de 2001, están grabados en bronce alrededor de ellas.





Entramos en le museo 9/11 Memorial, donde se explica toda la historia de las torres gemelas: su construcción, su día a día, los ataques minuto a minuto, la reconstrucción de la zona. 


Aquí pasamos más de 2h, dónde Dídac acaba cansado y se duerme, pero antes vemos un pequeño vídeo de 11 min que es un fragmento de un documental que se puede comprar de la reconstrucción de la zona. A Dídac le gusta el vídeo y nos pide si lo podemos volver a ver. 



Aconsejamos para los que no hablen inglés, coger la audioguía, es muy interesante todo lo que se explica y salimos de allí consternados. 

Acabada la visita intentamos recomponernos y nos dirigimos a comer a un centro comercial cercano. Nos hemos hecho adictos a las burguers del Shake Shak. Dídac a los nuggets y no se quiere marchar de allí sin comérselos todos.

Cogemos el metro dirección la 49 para ir al Top of The Rock, el famoso mirador del Rockefeller Center.

Queremos ver el atardecer, pero llegamos tarde porque hay mucha cola y decidimos dejarlo para otro día.

Cambiamos de planes y vamos a la FAO Schwarz, juguetería con la réplica del piano de la peli de Tom Hanks, BIG. Jugamos y hacemos el tonto con Dídac, y una empleada de la tienda le hace a nuestro hijo un truco muy divertido de magia, Dídac se ríe a carcajadas.




Paseamos por rato por la zona y entramos en diferentes tiendas. Compramos algo para la cena de esta noche y cansados pero contentos nos dirigimos a nuestro hotel.

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