martes, 11 de septiembre de 2012

Día 3 - 10 de Septiembre 2012

Hoy nos esperaba un día "de madrugar", ya que teníamos nuestro vuelo a Chiang Mai a las 6.45h. y después de la pateada del día anterior por Bangkok, el calor y la humedad sofocante y el jet-lag, estábamos rotos.

Para ir al aeropuerto nos hemos decidido por un taxi, por las horas intempestivas y porque Esther estrenaba su mochila de 65+15 litros, y aún no la controla, pesa demasiado. La compramos el día anterior en Khao San. Ya veníamos con la idea de comprarla aquí porque vale la pena, de 35 euros que hemos pagado al cambio, en el Decathlon la misma salía por unos 90 euros.


El avión hasta Chiang Mai duraba 1h y media aprox. pero no nos hemos enterado porque hemos estado durmiendo. Para ir del aeropuerto al centro hemos cogido otro taxi ( ya no queremos ver un tuk-tuk ni en pintura ). La sorpresa ha sido que la taxista no tenía muy claro la dirección de nuestro hotel,le habían escrito mal la dirección, y nos ha dado unas cuantas vueltas por Chiang Mai, menos mal que el precio ya estaba pactado antes de subir al taxi.

Al final hemos llegado!!! nuestra guest house se llama Top Garden Chiang Mai, un lugar pequeño pero acogedor. Los dueños son muy simpáticos y nos han "ayudado" en la reserva de la excursión de mañana, un combinado de trekking, paseo en elefante, rafting y baño en cascada.

Nos han indicado un lugar donde ir a desayunar, y como tenian wi-fi hemos podido conectarnos para subir la primera entrada.

A continuación, después de dejar las cosas en la habitación, nos hemos dirigido a ver los templos.

En Chiang Mai es relativamente sencillo orientarse porque está rodeado por un foso de agua, y una antigua muralla, y es una buena referencia para no perderse, nosotros, lógicmente nos hemos perdido...

El primer templo que hemos visitado el Wat Chiang Man. Es el más antiguo de intramuros, erigido en 1296.


Ha empezado a llover así que nos hemos quedado en él un buen rato, hasta que hemos decidido ponernos los chubasqueros e ir al siguiente.

Antes de llegar, y viendo que no amainaba, nos hemos refugiado en un bar.

Cuando ha parado de llover, hemos ido al siguiente templo el Wat Chedi Luang, que antiguamente albergaba el Buda Esmeralda que habíamos visto el día anterior en Bangkok.



Y justo al lado estaba el Wat Phan Tao, que no tiene mucho valor histórico pero que es precioso, está construido con paneles de teca moldeados, ensamblados y dispuestos sobre 28 gigantescas columnas.



Chiang Mai está lleno de templos, así que como ya estábamos algo cansados hemos decidido visitar el último, el Wat Phra Singh, considerado la estrella de los templos del casco antiguo y que alberga la principal imagen de Buda venerado en esta ciudad.



Otras estancias más pequeñas contaban con un pequeño buda yacente, monjes de cera, que en un principio hemos pensado que eran personas reales meditando, o alcanzando el nirvana, (nuestra imaginación no tiene límites), pero finalmente hemos comprobado que eran de cera.


Este templo cuenta con muchos recintos, todos preciosos y muy bien cuidados.





Como ha sido un día duro, nos hemos dado un masaje tradicional tailandes, de esos que te doblan como si fueras un muñeco, no antes sin vestirte de forma graciosa.

 


Nos han lavado los pies, nos han metido en una sala donde nos han recibido con un té y después la tortura. Esa sucesión de clavadas de codos, rodillas... hace que te entre la risa antes de pegar un grito y decir: "tía te estás pasando".

El masaje ha durado una hora, y nos hemos ido a comer. Un sitio que por el nombre parecía más bien mexicano, pero era thai.


De vuelta al guest house hemos pasado por las antiguas puertas de la ciudad.





Como era temprano, nos hemos echado una siesta para estar frescos para el mercado nocturno...pero nos hemos despertado a las 11 de la noche, así que lo dejamos para mañana.

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