Día 5 - 12 de Septiembre 2012

Hoy nos hemos despedido de Chiang Mai dirección a Chiang Rai.

Sin prisas nos hemos levantado y recogido las mochilas. Después de desayunar hemos cogido un sawnghthaew para ir a la estación de autobuses ( es una especie de taxi rojo pero compartido, que recoge gente que va en la misma dirección, aunque nosotros hemos ido solos).

En la estación Arcade de Chiang Mai, hemos comprado los billetes hacia Chiang Rai en la compañía The Green Bus, una de las más grandes y que ofrece muchos trayectos a buen precio y buenos autocares.

El autocar ha sido muy buena idea. Sólo 3h de trayecto, con aire acondicionado, una botellita de agua + galletitas, con asientos cómodos y amplios, mejor servicio y puntualidad que algunas compañías aéreas ( incluso han puesto la película de Los Vengadores, pero en Thai ) y por sólo 370 bahts ( unos 9 euros los dos ).

Para variar ha vuelto a llover sobre la misma hora de cada día, pero eso no ha impedido contemplar algunos puntos bonitos o curiosos del trayecto. Y aprovechar para echar alguna que otra cabezadita.

 

Una vez llegados a Chiang Rai, hemos buscado un lugar donde pasar la noche, nos hemos decidido por un Guesthouse muy bien recomendado en nuestra guía Lonely Planet, y aunque nos ha salido barato (siete euros la noche), la habitación, aunque limpia, está que se cae de vieja, y no le iría nada mal una manita de pintura, lo único bueno es que tiene un precioso jardín, y que el sitio es super tranquilo.

 

Una vez instalados, nos hemos ido a buscar un sitio donde comer. Un resturante que sigue la línea del país, pocos clientes y muchísimos empleados.

Delante justo había una rotonda con una torre con reloj, toda en dorada, muy recargada.

Queríamos ver el wat Phra Kaew, el templo más importante de Chiang Rai, donde había estado el buda esmeralda que ahora se encuentra en Bangkok, (este buda esmeralda se ha movido más que Hemminway!). Por equivocación nos hemos pasado la calle y hemos aparecido en otro templo con una escalinata impresionante.

 

 

De camino al Phra Kaew hemos visto la otra cara de la ciudad, la pobre y con miseria. 

Hemos llegado al templo por los pelos, ya que casi todos cierran a las 17h. Este templo contaba con un interior muy llamativo en color rojo y dorado.

 

Al lado habían otras estancias, como un museo y la vivienda de los monjes.

De vuelta al guesthouse, hemos visto otro templo al lado de un mercado callejero. Nos ha chocado el contraste entre el esplendor y riqueza del templo y la pobreza y miseria que había justo en el mercado de al lado.

 

El mercado al menos era curioso y bonito, con unas fresquísimas frutas y verduras, todas muy bien expuestas. También había carne, pescado y marisco, y otros productos extrañísimos que no hemos podido identificar.

 

El último templo del día ha sido uno justo al lado del guesthouse, no hemos podido entrar porque habían monjes rezando, pero alguna foto hemos sacado.

Para acabar el día, hemos ido a contratar un tour en una agencia para todo el día de mañana, al final nos hemos decidido por un taxi que nos va a llevar a los principales lugares de interés.