Hoy partimos temprano hacia la bahía de Ha-Long. Nos viene a buscar un autobús, que nos llevará, en 4h, al puerto.
Como en toda excursión, nos paran primero en una tienda donde venden cosas hechas a mano como telares, vajillas o figuras. Nos tomamos una cervecita y vamos al baño que aún queda medio viaje.
Después de otras 2h, y que nuestro guía Kenny alias "You know" nos dijese que "Probably we had arrived to Halong Bay", llegamos al puerto.
Nos montan en una barquita pequeña que nos lleva al barco grande.
Nuestro camarote está muy bien y tenemos un balcón a popa.
Nos reunen a todos en el comedor para explicarnos las actividades en el crucero y comemos, eso de explicar es un decir, porque al guía no se le entiene nada...
Empieza a moverse el barco, y tomamos las primeras instantáneas.
Después de comer teníamos la primera actividad del fin de semana. Nos llevan a un poblado de pescadores en medio de la bahía, nos explican un poco sobre él, nos preguntan si queremos hacer kayak o ir en una barquita de uno de los pescadores por unas cuevas. Como siempre, decidimos hacer deporte, y cogemos el kayak.
Cada uno con sus respectivas parejas, nos ponemos a remar, con alguna que otra discusión hasta coordinarnos. Entramos por varias cuevas que a la salida descubrian grandes cavidades abiertas en la roca, con aguas tranquilas, ideales para hacernos unas fotitos.
Al acabar el kayak volvemos al barco, destino a una playita para relajarnos, pero de camino nos "enseñan" a hacer rollitos de primavera vietnamitas, decimos "enseñan" porque se aprovechan de nosotros, porque esos rollitos serán partede nuestra cena
La playita es una pequeña cala, con unas escaleritas que llevan a un mirador con unas vistas sobre la bahía realmente bonitas.
De vuelta al barco, nos duchamos y cenamos. Han estado muy atentos, sobretodo con Aaron, que al no comer marisco, le han hecho un platito de ternera y una tortilla. El guía nos comenta que debido a un tifón que se aproxima desde China, tenemos que finalizar el crucero antes de lo previsto, por seguridad nos harán volver a puerto a todos los cruceros del la bahía.
Cae la noche, y salimos a cubierta para que nos de la brisa cálida y alguna bebida refrescante.
Nos ponemos a pescar antes de ir a la cama, cuando de golpe se levanta viento y empezó a llover, nos metimos para dentro y a dormir que mañana quedan más cosas por hacer.
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