Hoy toca madrugar, ya que nuestro driver nos viene a buscar a las 7 de la mañana dirección aeropuerto de Danang.
Va a ser un día largo entre avión y traslados.
En Danang, cogemos un vuelo dirección Saigón. Dura poco más de una hora, y nos vemos otra vez en la tesitura de negociar un traslado en taxi hasta Mui Ne, un ex pueblo pesquero perdido de la mano de dios, que hace unos años fue tomado por los rusos y empezaron a construir resorts.
Conseguimos un taxi por 90$, unos 1800000 dongs. El taxista resulta ser un tío de lo más animado y gracioso, aunque no habla una palabra de inglés.
Nos para en un puestecito y nos compra unas botellitas de agua para el camino. Según lo leído se tardan 3-4h en llegar ,dependiendo del tráfico de camiones que nos encontremos en la carretera.
Perdemos una hora sólo en salir de Saigón, el tráfico en esta ciudad es caótico.
Perdemos una hora sólo en salir de Saigón, el tráfico en esta ciudad es caótico.
El conductor para primero en una gasolinera, nos extraña puesto que el déposito de gasolina va sólo por la mitad, empezamos a sospechar que el viaje se va a alargar más de lo previsto.
Efectivamente, justo al salir de la gasolinera entendemos el comentario de que el tiempo de recorrido va en función de los camiones, y se hace pesado.
En un momento dado, como diría Cruyff, nos puede el sueño a todos por el madrugón y nos dormimos.
Cuando despertamos, ya ha pasado otra hora más.
La carretera prosigue sin más, sin curvas, todo rectas, con dobles, triples e incluso cuadruples adelantamientos ( usando el arcén derecho, el carril izquierdo y a la vez el arcén izquierdo ), esta gente parece que no valora su vida. Por lo menos nuestro chófer hace adelantamientos seguros.
La musiquita es un tema a parte. Nos pone el mismo CD un par o tres de veces sin inmutarse, y pasa de música dance discotequera, a música de los 70-80 y acabando con la de Titanic.
Nos empieza a entrar hambre, y al conductor también. Le decimos de parar, dice que OK, pero sigue conduciendo hasta que nos detiene la policía. Multa por exceso de velocidad. Se caga en todo ( o eso pensamos, aún no dominamos el vietnamita ), y seguimos sin parar.
Ya llevamos 4h en el coche y parece que Mui Ne no existe o el conductor no sabe donde vamos. La guía indica que son unos 216km. Nos extraña...
Después de 4h de carretera no vemos a ningún occidental. Llegamos a un pueblo donde la gente lleva los portátiles encima y por fín vemos el primer letrero que indica Mui Ne !! Parece que llegamos.
Falsas esperanzas, aún quedan 21km, y viendo lo lento que va el tema aquí, sospechamos que llegaremos a las 5h de coche.
Dicho y hecho, 5h. Llegamos a un resort llamado Mia. Lo encontró Francesco por internet y fuimos directos. Nuestro cuñado es un adicto al kite surf, y ésta es la mejor zona de Vietnam para practicarlo, y este hotel es uno de los pocos que alquilan el equipo.
Es un hotel precioso, con piscina y salida directa a la playa, con unas habitaciones tipo bungalow, perfectamente decoradas, al resort no le falta un detalle, y el sevicio es exquisito.
Comemos algo porque nos morimos de hambre.
Estrenamos la piscina con un bañito y luego, antes de cenar, una copita que hay 2x1 de 18h a 19h. Al final sólo acaban cenando Raquel y Francesco, nosotros estamos aún llenos de la comida, copita y cacahuetes de picoteo.
Jugamos unas partiditas al billar y vuelve el momento de las fotos nocturas, nueva afición de Aaron.
A dormir, que mañana toca hacer nada o menos.
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