domingo, 17 de agosto de 2014

Día 13 - 17 de Agosto 2014

Nos acercamos al punto final de nuestro viaje, para mañana ya sólo nos queda hacer las mochilas y poner rumbo al aeropuerto.

Pero hoy, vamos a visitar las últimas cascadas que nos quedan en Islandia, las de Hravnfossar y Barnafoss.

La primera es un conjunto de mini cascadas que fluyen por un estrato de lava permeable.




La segunda, es más pequeñita y son dos cascadas que representan a dos niños, a nosotros más que cascadas nos parecen rápidos de agua.





Decidimos intentar ir a Gullfoss, la primera cascada que visitamos el primer día, para poder verla con sol. El problema es que el GPS nos lleva hasta una carretera F, no apta para nuestro coche, así que tenemos que deshacer todo el camino hasta Borgarnes y poner rumbo a Reykjavik.

En el coche vamos callados, contemplando el paisaje, creemos que a nuestra manera, cada uno de nosotros, le está diciendo adiós a esta maravillosa isla.

La carretera bordea la costa, hasta llegar a un túnel bajo el mar llamado Hvalfjarðargöng. Esta carretera es la única que hemos visto con peajes durante todo el trayecto.

El túnel mide 6km y cuesta 1000 ISK, unos 6€ aprox. Nos preguntamos cuanto nos hubiese costado, este mismo tramo de carretera en Catalunya...creemos que como mínimo 3 veces más.




La entrada a Reykjavik ya se nos hace pesada, no sabemos si por el cansancio acumulado, el bajón en el ritmo de cosas que ver, o las ganas de dejar la carretera.

Llegamos al hotel Helga, el primero en el que estuvimos al llegar a Islandia. El dueño nos recibe preguntándonos por el viaje.

También nos reciben sus dos perritos.



Decidimos ir al centro y realizar las últimas compras, también queremos hacer alguna foto a los sitios que ya hemos visitado, pero esta vez con sol.

Paramos a comer en un restaurante de fusión llamado Mezze, probamos el salmón y está delicoso.

Después de comer volvemos a visitar la iglesia, la calle comercial y hacemos las últimas compras.



  
Volvemos a ver el monumento del barco vikingo y el centro de convenciones.





El centro de convenciones se encuentra en el puerto, y nos sorprende la cantidad de enormes medusas que hay. Teníamos entendido que las medusas sólo se encontraban en aguas cálidas.



  
Volvemos al hotel a descansar un rato y salir después a cenar. 

Decidimos ir a un puesto de hot dogs muy popular. Lleva más de 70 años abierto, y como curiosidad es frecuantado por el primer ministro islandés y es famoso también, porque hasta el ex-presidente de los EUA, Bill Clinton, estuvo comiendo aquí.



Los frankfurts están muy buenos, y repetimos con una segunda ronda, muy recomedable y curioso el lugar.

Una vez cenados, vamos a tomar una copa a una coctelería cercana, para celebrar el final del viaje.


Y ya poco más, nos recogemos para afrontar el largo día de mañana. En principio tenemos el vuelo a las 15:45h y llegamos a Barcelona a las 22:00h, a ver si es verdad...

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