martes, 30 de julio de 2013

Día 12 - 23 de Junio 2013

Para hoy queremos hacer una visita a un refugio antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial, con la compañía Unterwelten. Lo único malo es que no se puede reservar con antelación, ni pagar con tarjeta. Así que nos toca cruzar todo Berlín para ir a comprar las entradas, y tener así asegurada la única visita diaria que se hace en  castellano.

Una vez conseguidas, volvemos en metro hacia la isla de los museos para hacer un poco de tiempo.  Paseamos un rato y volvemos.


La visita empieza tras una puerta verde dentro de la estación de metro de Gesundbrunnen. Parece mentira que hoy en día circulen cientos de personas por esta estación, sin saber  que tras esa puerta, se oculta un auténtico refugio aéreo lleno de historia.  La visita nos parece muy interesante y recomendable. En poco más de dos horas, una chica sudamericana, nos hace un resumen súper ameno, de la Segunda Guerra Mundial, el ascenso al poder y la caída de Hitler,  su muerte, la entrada a Berlín del Ejército Rojo, los bombardeos y la protección civil. También nos habla de la protección del patrimonio histórico y como esta asociación, junto con muchas otras en Alemania, están luchando por su conservación y divulgación. Todo lo contrario de lo que sucede en este país, deberíamos tomar ejemplo.

En la visita no está permitido tomar fotos, pero os dejamos unas cogidas de internet, para que os hagáis una idea de lo que allí vimos.

http://berliner-unterwelten.de/files/cache/c9a6377d62f32935,b0,1000,336,0,93,535,.jpg
http://s0.wklcdn.com/image_1/53306/2858160/1221150.jpg
http://destinoviajar.com/wp-content/uploads/2012/11/berliner-unterwelten-1.jpg
De bajada, pasamos por la Alexander Platz,  que aún conserva un marcado acento socialista y donde se encuentra la Fernsehturm, que es la torre de televisión más alta de Europa y el Reloj Mundial, una estructura de metal que va girando, y muestra las horas de diferentes países del mundo.


Como amenaza lluvia nos vamos al apartamento a cambiarnos para la cena.


Guillermo va a un concierto y los demás a cenar al restaurante que se encuentra en lo más alto de la torre de televisión. Compramos el ticket de subida para el ascensor, y como teníamos la reserva para cenar, pasamos por las colas VIPS.

El restaurante tiene una particularidad, y es que gira, y se puede ir admirando toda la ciudad mientras se cena plácidamente.


Esto pasó factura a Montse, que tuvo que dejar la cena a medias porque no se encontró bien, para ser sinceros, acabamos todos un poco mareados y no fue por el vino.


Después de cenar nos reunimos con Guillermo que llegó  del concierto, y pusimos rumbo a la puerta de Brandenburgo, que Aaron la quería ver de noche. Bajando en Postdammer Platz, vimos que estaba justo al lado y no tardamos mucho en llegar.

De noche la encontramos mucho más bonita, sin los coches ni escenarios de los conciertos de los anteriores días, la pudimos apreciar mejor.


Lo único malo es, que esta zona está desierta de noche, no hay donde ir a tomar nada, así que estuvimos pateando otra vez hasta encontrar un bar abierto...

Casi nos tuvieron que echar del bar porque cerraban. Probamos suerte en una discoteca que Pablo había leído que era una de las mejores de Berlín, justo al lado del apartamento, pero siendo domingo a las 2:30 de la madrugada, ya estaba todo cerrado, nuestro gozo en un pozo...nos toca ir a dormir...

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