La noche anterior intentamos reservar una excursión para visitar Landmannalaugar. Los precios que nos proponen las agencias son demasiado elevados para nuestro presupuesto (1200 euros los cuatro, por una excursión de un día), así que decidimos dejar de lado la idea del tour privado en 4x4 y trekking, y nos decantamos simplemente por el trekking.
El motivo por el cual no podemos ir con nuestro coche a Landmannalaugar es porque este lugar sólo es accesible con 4x4, los automóviles normales tienen prohibido circular fuera de la carretera 1, y si nos sucediese algún contratiempo, no nos cubriría el seguro.
Así que optamos por la solución más económica (36 euros por persona), que es coger un autobús de línea con la compañía Trex. La parada está justo al lado de nuestro hotel, y nos ponemos a hacer cola temprano, por miedo a quedarnos sin plazas. Y ya con los billetes en las manos, nos quedamos tranquilos, podemos realizar la excursión a uno de los destinos estrella de Islandia.
El trayecto en autocar dura 2h aprox pasando por carreteras F, no aptas para turismos.
Pasamos por paisajes casi marcianos, montañas multicolores, lagos de aguas azules, fuentes termales y senderos de lava.
Al llegar al campamento base nos encontramos con muchas tiendas de campaña, gente muy bien equipada y con ganas de subir montañas, (parece el K2 antes de la ascensión al Everest).
Nos decidimos por un trekking corto de 3h, ida y vuelta a la cima del Bennisteinsalda (880m)
El sendero es fácil y está muy bien indicado, no hace falta ningún tipo de preparación física, y las vistas y paisajes compensan el esfuerzo.
Pasamos de grandes desfiladeros rocosos a explanadas limitadas por grandes picos.
No llegamos a subir a la cima, nos quedamos a medio camino, el tiempo cambió radicalmente, y pasamos de un día más o menos soleado, a una lluvia intensa que nos desmotivó y nos hizo dar media vuelta. Las vistas desde este punto son espectaculares, así que nos damos por satisfechos y regresamos al campamento base.
Llegamos bastante mojados y con algo de frío, así que decidimos acercarnos al manantial de aguas termales. El río forma una piscina natural, con corrientes de agua fría y caliente, y nos proporciona el mejor baño imaginable.
No hay instalaciones cerca para cambiarnos de ropa y ponernos los bañadores así que nos tapamos los unos a los otros, nos quedamos algo tiesos por el frío, pero una vez dentro del agua, la sensación que experimentamos, no tiene precio.
Después de un ratito en remojo, salimos, por suerte no hace tanto frío como pensábamos. Nos cambiamos y ponemos rumbo al autobús de vuelta.
Aquí nos confundimos de horario, pensamos que podemos salir a las 16. pero la hora de partida es a las 18h. dos horas con todo ya hecho y nos toca esperar.
Así que nos tomamos un café en unos antiguos autobuses habilitados como tienda/cafetería.
Cuando por fin vemos llegar nuestro autobús, nos subimos para refugiarnos del frío y descansar.
La vuelta transcurre por el mismo camino, así que nos echamos una siesta para recuperar fuerzas.
Al llegar a Hella, vamos a cenar al restaurante Arhús, cercano a nuestro hotel, Allí cenamos muy bien los 4 por unas 17.800 ISK, 115€ aprox.
Nos vamos al hotel a descansar que mañana es el día de ruta más largo de todas las vacaciones.
El motivo por el cual no podemos ir con nuestro coche a Landmannalaugar es porque este lugar sólo es accesible con 4x4, los automóviles normales tienen prohibido circular fuera de la carretera 1, y si nos sucediese algún contratiempo, no nos cubriría el seguro.
Así que optamos por la solución más económica (36 euros por persona), que es coger un autobús de línea con la compañía Trex. La parada está justo al lado de nuestro hotel, y nos ponemos a hacer cola temprano, por miedo a quedarnos sin plazas. Y ya con los billetes en las manos, nos quedamos tranquilos, podemos realizar la excursión a uno de los destinos estrella de Islandia.
El trayecto en autocar dura 2h aprox pasando por carreteras F, no aptas para turismos.
Pasamos por paisajes casi marcianos, montañas multicolores, lagos de aguas azules, fuentes termales y senderos de lava.
Al llegar al campamento base nos encontramos con muchas tiendas de campaña, gente muy bien equipada y con ganas de subir montañas, (parece el K2 antes de la ascensión al Everest).
El sendero es fácil y está muy bien indicado, no hace falta ningún tipo de preparación física, y las vistas y paisajes compensan el esfuerzo.
Pasamos de grandes desfiladeros rocosos a explanadas limitadas por grandes picos.
No llegamos a subir a la cima, nos quedamos a medio camino, el tiempo cambió radicalmente, y pasamos de un día más o menos soleado, a una lluvia intensa que nos desmotivó y nos hizo dar media vuelta. Las vistas desde este punto son espectaculares, así que nos damos por satisfechos y regresamos al campamento base.
Llegamos bastante mojados y con algo de frío, así que decidimos acercarnos al manantial de aguas termales. El río forma una piscina natural, con corrientes de agua fría y caliente, y nos proporciona el mejor baño imaginable.
No hay instalaciones cerca para cambiarnos de ropa y ponernos los bañadores así que nos tapamos los unos a los otros, nos quedamos algo tiesos por el frío, pero una vez dentro del agua, la sensación que experimentamos, no tiene precio.
Después de un ratito en remojo, salimos, por suerte no hace tanto frío como pensábamos. Nos cambiamos y ponemos rumbo al autobús de vuelta.
Aquí nos confundimos de horario, pensamos que podemos salir a las 16. pero la hora de partida es a las 18h. dos horas con todo ya hecho y nos toca esperar.
Así que nos tomamos un café en unos antiguos autobuses habilitados como tienda/cafetería.
Cuando por fin vemos llegar nuestro autobús, nos subimos para refugiarnos del frío y descansar.
La vuelta transcurre por el mismo camino, así que nos echamos una siesta para recuperar fuerzas.
Al llegar a Hella, vamos a cenar al restaurante Arhús, cercano a nuestro hotel, Allí cenamos muy bien los 4 por unas 17.800 ISK, 115€ aprox.