jueves, 8 de agosto de 2024

Día 3 - 8 agosto 2024

Desayunamos en la misma cafetería de ayer. Como anécdota contar que una familia italiana se olvida su mochila en la cafetería y Aaron sale corriendo detrás de ellos para devolvérsela. Ya hemos hecho la buena acción del día solo despertarnos.
Al acabar de desayunar vamos a un supermercado a comprar víveres para el camino y ponemos rumbo a Kaunas, con varias paradas por el camino.

La primera parada la realizamos en Trakai para visitar su castillo (Trakų salos pilis).


Mientras buscamos aparcamiento, Aaron se da cuenta que las familias ofrecen su jardín privado como parking por 5€. Pasamos de esta opción y aparcamos en el parking de un restaurante, que para los clientes es gratuito.

Llegamos a la entrada del Castillo bordeando un bonito lago, una vez en la entrada compramos los tickets de acceso al recinto que nos cuestan 10€ por adulto y 5€ Dídac.





La visita se hace de modo libre con opción de audio guía, pudiendo andar por los diferentes patios y salas de exposiciones con vasijas, armaduras, ropa y diferente información acerca de la historia del castillo.










Este castillo es uno de los símbolos de Lituania y un icono de la historia medieval del país, pero a nosotros nos decepciona bastante, además una zona del castillo se encuentra en obras para acondicionar el acceso a las distintas plantas, y esto hace incómoda la visita ya que debemos subir por andamios.

Volvemos al restaurante para consumir algo y así pagar el parking. Mientras nos sirven nos ponemos a jugar en unos columpios con unas vista inmejorables:



En esta misma zona y siguiendo la carretera, a unos 10-15 minutos en coche del castillo de Trakai, nos encontramos con la mansión de Užutrakio dvaras. esta mansión está rodeada por unos bonitos jardines muy bien cuidados, a las orillas de un lago Galvė. Visitarla cuesta 3€, pero decidimos no entrar y damos un agradable paseo por sus alrededores.






Durante el sendero hay diferentes edificios  en los cuales se pueden visitar algunas exposiciones:






El siguiente destino es el Monasterio de Pazaislis (Pažaislio vienuolynas), pero antes paramos a comer.

Después de comer llegamos al recinto y buscamos la entrada al monasterio. Sin saberlo tomamos el camino incorrecto ya que Dídac ve un parque a mano derecha y quería parar para jugar un rato. Seguimos ese sendero y al cabo de unos minutos nos damos cuenta de que estamos bordeando el monasterio por el lado equivocado, sin tener pinta de que fuéramos a encontrar la puerta, así que desandamos el camino andado.




Una vez de vuelta al parking, atravesamos el restaurante para buscar la puerta de entrada en la otra dirección, ¡ahora si que vamos en el buen camino!. Encontramos la puerta que da acceso al recinto  y por sorpresa descubrimos que para entrar hemos de llamar a un oculto timbre. Accedemos por 5€ cada uno.


Este monasterio está bastante descuidado y de obras, aunque su capilla se encuentra en buenas condiciones.






Entramos al monasterio para visitar la capilla, las catacumbas y el claustro interior.








Una vez finalizada esta decepcionante visita al monasterio nos dirigimos a nuestro apartamento en Kaunas, el Launas Apartments, situado en el centro de esta localidad.

Dejamos el coche en el parking del hotel, un pequeño descampado en la parte trasera con poco sitio para aparcar y hacemos el checking rápidamente. Dejamos nuestro equipaje en la habitación, que es pequeña, con dos niveles y buhardilla. Dídac va como loco descubriéndolo todo y adueñándose de la cama de matrimonio.

 
Salimos a pasear por la avenida de la Libertad (Laisvės alèja) que desemboca en la Iglesia de San Miguel Arcangel (Šv. arkangelo Mykolo (Įgulos) bažnyčia). Una preciosa iglesia blanca en un enclave perfecto.





Dídac juega un rato en un parque infantil que hay al lado de esta iglesia.

Cogemos una de las calles que parten desde esta plaza camino al funicular para subir a la iglesia de la Resurrección de Cristo (Kristaus prisikėlimo bazilika).



Esta vez no tenemos la suerte de nuestro lado, el funicular deja de funcionar a las 17:30 y llegamos a las 17:31, viendo como se iba el último tren, y nos quedamos sin poder subir…



Intentamos subir la ladera de la montaña para llegar a la parada del funicular, pero el sendero acaba en una casa particular, no queremos problemas así que antes que intentar saltar la puerta damos media vuelta y bajamos.



Así que no nos queda más remedio que dar un rodeo y subir la pronunciada cuesta a pie. Llegamos solo dos minutos antes de que cierren la iglesia para la misa, volvemos a tener suerte.


El exterior de esta iglesia contrasta con su interior, es muy luminosa, moderna, limpia y espaciosa, tiene una alta torre que se puede visitar. La subida cuesta 3€ por escaleras y 5€ por ascensor, los niños pagan 1€.





Antes de sacar los tickets, nos informan de la hora de cierre. Cierran en 20 minutos, tiempo más que de sobra. Una vez arriba comentamos que la subida ha merecido la pena, estamos completamente solos y tenemos todo Kaunas a nuestros pies, aunque la ciudad no nos parece muy bonita desde aquí.






Dídac sigue son su nueva pasión de intentar sacar monedas de los prismáticos.


Aprovechamos todos los minutos que tenemos sacándonos todas las fotos de rigor antes de volver a tomar el ascensor de bajada.






De camino del apartamento Dídac nos pide parar para jugar otra vez en el parque, como no tenemos nada más que hacer aprovechamos para descansar un poco mientras él juega.


Compramos algo para picar y pasamos la tarde jugando a juegos de mesa en la habitación.


Aaron sale a comprar algo de cena y nos vamos a dormir pronto que mañana madrugaremos para ir a ver la otra parte de Kaunas en coche antes de proseguir la ruta. Al menos las vistas desde el apartamento valen la pena.

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