Para empezar el día nos dirijimos a la calle Zeil, la calle comercial por excelencia, donde se concentran casi todos los centros comerciales y tiendas. Esta calle tiene su inicio en la plaza de Hauptwache, también rodeada de tiendas y restaurantes.
Lo primero que hicimos fue ir al centro comercial myZeil, donde subimos por la escalera mecánica colgante más larga de Europa. Después de desayunar y por capricho de Aaron entramos en una tienda de Lego. Al ver que podíamos personalizar cada muñeco, nos volvimos niños por un rato y nos pegamos casi 1h montando muñequitos.
Al acabar con los Legos, nos dirigimos al final de la Zeil buscando un mercadillo callejero del que se había informado Pablo. No lo encontramos, pero acabamos en otro, donde probamos los diferentes tipos de sidras y sus derivados.
De allí fuimos callejeando hasta la Eschenheimer Turm, la torre de la antigua muralla medieval de la ciudad de Frankfurt, que se libró de los bombardeos que sufrió esta ciudad durante la Segunda Guerra Mundial y quedó en pie para el recuerdo. Ahora es un bar, y allí tomamos una cervecita.
Al acabar pusimos rumbo a la Main Tower, una de las torres más altas del centro financiero de Frankfurt, por 5€ se puede subir a la azotea y contemplar la ciudad a vista de pájaro. El día no acompañó, hacia muchísimo frío y viento fuera, así que no estuvimos mucho rato.
De camino al edificio del Banco Central Europeo, pasamos por la Japan Tower, otro coloso con aires orientales. En su planta 25 hay un restaurante de mediodía, tipo bufet, donde Aaron come cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario