Hoy el día ha amanecido radiante y dispuesto a devolvernos el día perdido de ayer. Nos hemos puesto en marcha y a las 8:45 empezábamos la Tongariro Crossing Alpine. Por los paisajes encontrados por el camino merece totalmente la pena hacer el esfuerzo. Cada montaña, cada valle, cada lago son increibles.
Los repechos de las subidas eran infernales, inacabables, con sombras a lo lejos de otros escaladores que hacian aun más doloroso ver que lo que pensabas que era una cima, sólo era un descansillo.
Al final hemos coronado el volcán, 1820m. de altura y hemos empezado el descenso hacia un valle con 3 lagos. De fondo un impresionante lago azul que reflejaba como un espejo la montaña nevada que se alzaba detrás suyo.
El descenso ha sido más bien matador. Cuando pensábamos que todo estaba hecho, quedaban aún 3h y media de descenso sin un solo punto llano, lo que también lo hacia agotador hasta el final.
Después de caminar sobre todo tipo de superficies, tierra, barro, arena, nieve, agua, roca volcánica, (imprescindibe para hacer esta excursión unas buenas botas de trekking con gore tex), después de subidas inacabables y bajadas eternas, "sólo" nos ha costado unas 6h aproximadamente, hacer 19,4Km. lo que está muy bien, porque lo que se calcula son entre 7-8 horas.
Hemos acabado a las 15:15, y el bus venía a las 16:30 a recogernos, pero como siempre, los típicos tardones, nos han retrasado media hora, que les ha dado el chófer de margen, para que llegasen, no han llegado a tiempo y nos hemos ido sin ellos (4 chicas musulmanas con velo incluído, que aún deben estar rondando por esas montañas).
De alli nos quedaban bastantes kilómetros para hacer noche en Wellington, donde mañana intentaremos ver lo que podamos y coger el ferry para cruzar a la isla sur.
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