Seguimos con el jetlag y nos hemos vuelto a despertar tempranísimo, pero esta vez ha valido la pena. Esther ha tenido unas sorpresitas en forma de regalo ya que hoy es su cumple. Nos arreglamos, volvemos a empaquetar todo y para Cape Reinga.
El bus nos ha pasado a buscar a las 9 por el backpacker. Al llegar a la playa de las 90 millas, la hemos recorrido hasta el momento que hemos seguido el curso de un pequeño rio que nos ha llevado a unas dunas. Alli hemos parado para subir a una de ellas y bajar en trineo.
A continuación nos hemos dirigido a la playa de Tapotupotu un lugar paradisíaco, adjetivo que en Nueva Zelanda no para de repetirse, y que nos ha servido para hacer una parada y comer.
La siguiente parada ha sido Cape Reinga, donde hemos divisado sus hermosas vistas y su conocido faro. Desde alli se aprecia como se junta el oceano Pacífico con el mar de Tasmania.
De regreso a Kaitaia hemos parado en una playa famosa por su arena blanca, la pena que el cielo estaba muy nublado y no hemos podido apreciarla en todo su esplendor.
Una vez de vuelta en Kaitaia, hemos cogido el coche camino de Omapere, donde hemos decidido pasar la noche. Aqui hemos podido contemplar el contraste entre montañas de dunas y de vegetación, y celebrar el cumple de Esther en un Hotel que era el único lugar abierto para cenar y tenía unas bonitas vistas al mar.
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