Efectivamente, hemos madrugado. Nos ha sonado el despertador a las 7.00h. porque a las 8.30h. habíamos quedado para comenzar la excusión. Había muchísima niebla, pero el guía nos ha dicho que no nos preocupásemos, que el día iba a despejar. Y no se ha equivoacado, al poco de meter el kayak en el mar, habiendo recibido las pertinentes explicaciones (ya que para los dos era nuestra primera vez), el día se ha abierto y ha salido un sol espléndido, lo que nos ha permitido ver todo el paisaje y descubrir unas montañas nevadas en el horizonte, que el día anterior no habíamos visto.
La experiencia con el kayak ha sido un éxito, porque el mar estaba tranquilo y nos hemos podido acercar a las rocas donde estaban las focas nadando y jugando.
Ponemos una foto del guía con las focas al lado, para que os hagáis una idea de lo cerquita que las hemos tenido.
Sacaban la cabeza delante nuestro, parecía que nos mirasen y luego se volvían a sumergir, pasando por debajo de nuestro kayak, ha sido emocionante, toda una experiencia!
Sobre las doce del mediodía hemos vuelto a coger el coche, para dirigirnos ya a nuestro último destino, Christchurch, ya que nuestros días en este país se acaban, y ya sólo nos queda visitar esta última ciudad.
Por la tarde hemos hecho un poco de turismo y hemos comprado una especie de bono que nos permite subir y bajar del tranvía, tantas veces como queramos, durante dos dias.
Dato curioso:
Nueva Zelanda fue el primer país del mundo donde se permitió que las mujeres pudiesen votar.
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