Nos informamos en la agencia de nuestro hotel sobre el precio y los traslados, esta opción no nos convence y decidimos ir por nuestra cuenta.
Paramos una van en la carretera federal, justo en la puerta del hotel. Este medio de transporte es utilizado por los trabajadores de los hoteles y por los lugareños, ya que su tarifa es muy económica.
Xel-Há nos queda muy cerquita, y llegamos a las taquillas en muy poco tiempo. La entrada nos cuesta 115$ por adulto y Dídac no paga al ser menor de 5 años, todas las comidas y bebidas dentro del parque están incluidas en el precio.
Este parque es una cala natural, hogar de diversas especies de flora y fauna donde se puede disfrutar de diversas actividades como el snorkel (te proporcionan todo el equipo, aletas, gafas y un tubo gratis de uso personal).
Lo más recomendable es comenzar la visita eligiendo una llanta inflable y dirigirse al río para dejarse llevar por la corriente.
A lo largo del río encontramos diferentes actividades para realizar como tirolinas, saltos desde diferentes alturas, cuerdas para realizar equilibrios... lo pasamos muy bien mientras Dídac nos observa desde su flotador y disfruta muchísimo del snorkel, le llama mucho la atención ver los peces tan cerca de su carita.
Cuando acabamos el descenso paramos para comer y descansar. Y rápidamente nos dirigimos al Faro, un mirador situado a 40m. de altura, donde disfrutamos de unas asombrosas vistas. Esto lo hacemos por separado, ya que Dídac no puede subir por la edad y nos turnamos para quedarnos con él. El descenso desde lo alto del mirador lo realizamos tirándonos por un enorme tobogán que acaba en una piscina. Esta actividad nos parece divertidísima, y lo disfrutamos a lo grande.
Antes de salir del parque compramos todo el paquete de fotos que nos han ido realizando las cámaras colocadas por todo el recinto. El pack de fotos nos cuesta 60$ y con él nos llevamos un bonito recuerdo de este divertido día.
Una vez allí hacemos números y nos damos cuenta que nos hubiese salido más económico haber contratado la excursión en el hotel.
La cena de hoy la tenemos reservada en el restaurante temático mexicano de nuestro hotel. La comida nos parece deliciosa, el camarero que nos atiende es tan simpático que la cena nos resulta muy agradable y divertida.
Este restaurante se encuentra en la misma playa y antes de entrar vemos a varias tortugas gigantes que se han acercado a la orilla para desovar. Nos quedamos embobados contemplándolas, y hacemos fotos sin flash para no molestarlas, las fotos no hacen justicia al bonito momento que vivimos.
Antes de ir a la cama decidimos tomarnos el último margarita, pero nos comentan que la cocktelería ya está cerrada y solo nos pueden ofrecer cerveza de lata. Nos conformamos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario