Día 5 - 11 agosto 2019

Hoy decidimos quedarnos en el hotel y disfrutar de sus instalaciones.

Nos informamos de las diferentes actividades que podemos realizar y el chico que nos atiende nos explica que nuestro hotel cuenta con delfinario.

Antes de ponernos en marcha, Aaron se despide de un ex-compañero de trabajo que se alojaba en el mismo hotel.

El delfinario se encuentra situado al lado de la playa y hacia allí nos dirigimos, ya que uno de los motivos que teníamos para venir a México era que Dídac pudiese bañarse con delfines, nos lo había pedido en varias ocasiones.

Por desgracia llegamos un poco tarde para la sesión de las 10 y nos toca esperar, así que decidimos disfrutar de la playa.

En el delfinario hacemos la actividad y compramos las fotos, que nos parecen un abuso por su elevado precio. 

Habíamos dejado las toallas en las hamacas de la playa junto a todas nuestras cosas, y cual es nuestra sorpresa cuando al regresar, nos encontramos nuestro sitio ocupado por una familia mexicana, y con todas nuestras cosas esparcidas por la arena. Cuando pedimos explicaciones, esta familia se pone a la defensiva diciéndonos que cuando ellos han llegado las hamacas estaban libres, evitamos discutir porque nos damos cuenta que nos están engañando. Así que lo recogemos todo y nos dirigimos a recepción a explicar lo sucedido,  la chica muy amablemente nos entrega toallas nuevas.

Después de solucionar el tema de las toallas vamos a comer y a descansar un poquito.

El poquito se convierte en 3h de siesta.

Bajamos a cenar y a tomar unos margaritas.