domingo, 12 de agosto de 2018

Día 6 - 12 agosto 2018

Para el día de hoy tenemos reservada la visita estrella de estas vacaciones, la isla de Mykines, considerada la joya de la corona de Islas Feroe, gracias a su abundante colonia de puffins (frailecillos), un ave muy pintoresca que solo se deja ver en las costas e islas del Atlántico Norte y el Oceáno Ártico. Sus nidos suelen estar ubicados en lugares muy escarpados y de difícil acceso, características que se cumplen a la perfección en Mykines.


Aunque se puede llegar en helicóptero, nosotros preferimos hacerlo en ferry, partimos desde  Sørvágur, en nuestra isla de Vágar a las 10.20h, el trayecto dura unos 45 minutos y es una atracción en sí mismo por lo extraordinario del paisaje, especialmente por navegar junto al islote Tindhólmur, un saliente de rocas verticales dentadas que asemejan una mano surgiendo de las aguas.



Este ferry hay que reservarlo con antelación, porque es una excursión muy demandada. Nos encontramos con otros viajeros que no puedieron visitar Mykines por falta de plazas. Nosotros la contratamos en www.mykines.fo y nos costó 60 DKK por persona y trayecto, más 105 DKK que se destinan a la conservación de la zona, y con este pago se puede realizar el trekking por la isla.


El puerto de Mykines es bastante particular, incrustado entre rocas que le hacen de rompeolas natural.


Después de desembarcar y subir unas empinadas escaleras, empezamos a caminar, en este momento aparece un guía que nos solicita el voucher para comprobar que todo es correcto y tenemos el correspondiente permiso para movernos por la isla.


Nuestra referencia y el punto al que queremos llegar es al faro de Mykines, este trekking es matador, Esther carga con todo el material fotográfico, comida, bebida y dron, y Aaron con Dídac en la mochila, tras la primera subida acabamos agotados, pero enseguida aparecen delante nuestro los primeros puffins y se nos dibuja una sonrisa en el rostro. Ya los habíamos visto en Islandia, pero no tan de cerca, nos da la sensación que si alargamos la mano los vamos a poder tocar, incluso podemos fotografiarlos con los iPhone. Somos conscientes de que estamos viviendo algo excepcional.






El camino hasta el faro es de una belleza casi legendaria. El sendero, embarrado por momentos, tiende a desaparecer y se convierte en un eterno sube y baja por escarpados acantilados repletos de nidos de puffins. 





Atravesamos por esta zona y tenemos que caminar con cuidado para no pisarlos. Esto no hace mucha gracia a Esther, que se queja porque estamos invadiendo su habitat natural, según ella, este paso tendría que estar prohibido. En este punto se encuentra otro guía vigilando la zona y evitando que los excursionistas se entretengan demasiado tiempo.





El momento más mágico vino al cruzar el puente colgante que conduce a Mykineshólmur entre precipicios con cientos y cientos de aves blancas y negras con picos de vivos colores.




En esta otra isla volvemos a subir otra pendiente interminable, pero cada vez nos encontramos más cerca del faro y esto nos anima a seguir adelante.


Por fin llegamos  y la vista desde aquí es alucinannte, volvemos a improvisar un picnic para comer y hacemos infinidad de fotos, por desgracia en estas islas está prohibido volar el dron y nos quedamos con las ganas de sacarlo.






Mientras comemos se nos acerca un puffin con ganas de unirse a nuestro picnic.



Empieza a hacer frío y a nublarse, así que ponemos rumbo al pueblo de Mykines para visitarlo. Subimos a Dídac en la mochila, y tras pocos pasos cae rendido.


Tras más de 3 horas de excursión llegamos al pequeño pueblecito y nos metemos en la única cafetería a tomar algo caliente, el ambiente es acogedor y aquí pasamos un buen rato reponiendo fuerzas. La cuenta es escandalosa, como todo en estas islas, pero ya contábamos con ello.

Nos damos una vuelta por los alrededores mientras hacemos tiempo a que nos recoja el ferry de vuelta.




Ya en el ferry, bajamos a los camarotes a descansar en unos cómodos sillones y comprobamos que casi todo el pasaje va dormido, está excursión nos ha dejado exahustos a todos.


Por hoy acabamos, volvemos a casa que hoy juega el Barça la Supercopa contra el Sevilla. El día nos despide con este hermoso atardecer.

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