martes, 8 de agosto de 2017

Día 1 - 8 agosto 2017

Esto de decidir el destino de vacaciones en el último momento, se está convirtiendo ya en una tradición, y es que somos muy indecisos a la hora de decidirnos, y por qué no decirlo también, nos cuesta mucho ponernos de acuerdo.

Pero siempre acabamos encontrando algo del gusto de los dos, aunque pagando bastante más, y siempre, siempre, cuando ya está todo atado, acabamos diciendo: el año que viene no nos pasa...

Este año nos volvemos a quedar en Europa, concretamente en Eslovenia, porque desde que tenemos a Dídac no nos apetece meternos en un avión demasiadas horas, ya habrá tiempo de volver a hacerlo.

Decidimos hacer sólo un par de campamentos base, uno en Maribor, en la punta oriental de Eslovenia, y el otro en Liubliana, la capital del país, situada justo en el centro.

Desde Barcelona no existe vuelo directo, hay que volar a Trieste con pocos vuelos y caros, o Venecia, con más vuelos, y en la época que nosotros reservamos, más ecónomicos, así que nos decidimos por este último.

La aerolínea elegida es Vueling, y éste es el primer viaje donde Dídac ya paga asiento, hasta los dos años el billete de avión del niño ha sido gratis.



En el mismo aeropuerto de Venecia recogemos el coche de alquiler, un Kia de 7 plazas, donde metemos rápidamente todo nuestro equipaje y ponemos rumbo a la ciudad de Maribor a 347km de distancia.

Desde Venecia hasta casi Trieste vamos por autopista, nos cuesta 10.10€. Y un poco antes de entrar en Eslovenia compramos el Bollino en italiano o la Vijneta en esloveno. Esto es la pegatina que se pone en el parabrisas del coche y nos da acceso a todas las autopistas del país. Este nos cuesta 15€ por 7 días, así que tendremos que volver a comprar otro, ya que estaremos por estas tierras un total de 10 días.



Nuestra sorpresa ha sido que al pasar la frontera nos encontramos con una policía con prismáticos revisando que los coches llevasen puesta la Vijneta. High Technology!!

La autopista hacia Maribor discurre de forma monótona salvo por los largos tramos de obras, y se nos hace pesado.

Llegamos ya de noche al hotel Guest House Pri Gondoli, aunque el nombre en la fachada es otro.

Llamamos a recepción y al cabo de poco tiempo aparece una chica en coche que nos abre las puertas y nos da las llaves.

Ordenamos un poco la maleta y nos disponemos a dormir que ha sido un día largo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario