Llegó el final del viaje, pero aún nos quedan unas horitas hasta coger el avión en Münich, y queremos aprovecharlas.
Hacemos el checkout a las 10:00 y de aquí nos acercamos al Schloss Hellbrunn, que está a 4,5 km de Salzburgo,
Nos acercamos a las taquillas, para comprar la entrada a los curiosos Wasserspiele (juegos de agua), esta visita es obligatoriamente guiada y nos cuesta 12,50€ por persona.
También existe la posibilidad de comprar la entrada al castillo, pero andamos escasos de tiempo, y lo más famoso de este lugar son sus famosos chorros de agua, ideados por un príncipe-arzobispo con un perverso sentido del humor. No queremos explicar más, porque lo importante es venir aquí y descubrirlo, eso sí, echar en la mochila ropa de recambio, y poner mucho cuidado donde os sentáis, las risas y cabreos están aseguradas en este lugar.
De camino a Münich paramos a ver el lago Chiemsee y en una área de servicio a comer las clásicas Currywurst.
Como vamos bien de tiempo, decidimos parar en Münich una última vez, antes de poner rumbo al aeropuerto.
El vuelo, para variar, sale con retraso, pero nuestro piloto consigue acortar el trayecto en 25 minutos!!!
Al llegar a casa, toca la rutina de siempre, descargar rápidamente las fotos en el ordenador, para recordar y volver a vivir cada momento de éste fantástico viaje, y es que es lo que más nos gusta, viajar, viajar, viajar.
Auf wiedersehen!
Aaron&Esther&Dídac
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